Cloti iba paseando por la calle cuando tropezó sin querer con una caja.
Como es una niña curiosa se detuvo y miró dentro.
Un perrito pequeñito se revolvía intranquilo, era chiquitín y de color blanco, como la nieve.
Y Cloti como adora los animales lo cogió en brazos y se lo llevo a casa. Cuando su madre la vio entrar con el perrito pensó: "Mi hija quiere montar un zoo, de verdad". Pero no dijo nada, simplemente sonrió.
La niña soltó al perrito en el suelo y éste se encontró con Tambor, el conejo, que venía mordisqueando una zanahoria. Se hicieron amigos nada más verse.
- ¿Has pensado en el nombre, Cloti? -dijo la mamá.-
La pequeña sonrió.
- Por supuesto. Se llamará Galleta, pero galleta de coco, ¿eh?
5 comentarios:
Gracias por pasarte por mi blog y comentar casi todas las entradas!:D
Por cierto,me he leído todos los comentarios y nos parecemos bastante!Un beso! (:
Que historia mas linda, tan tierna, y mira la niña que nombre mas cuko se le ocurrio para el perrito, me encanta. Besos guapi.
Precioso nombre para un ser tan tierno.
Oh, que cuqui todo :D! que monada^^ :)
Que bueno, me has hecho sonreir...
Saludos
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