¿Miedo yo?

Los padres de Tina habían preparado una fiesta de Halloween horriblemente chula, y habían invitado a muchos amigos de la niña. Las golosinas y los pastelitos no faltaban, y la bebida mucho menos.
Tina se había querido disfrazar de vampiresa, con capa y todo.
La noche estaba pasando divertida hasta que uno de los amigos de Tina dijo que era la hora de contar historias de terror. Fantasmas, vampiros, zombies y monstruos adornaban las historietas de los niños. Justo cuando una de sus amigas contaba una historia de hombres lobo, Quique, otro de sus amigos apareció por detrás y asustó a la pobre Tina, que gritó y gritó sin parar.

-¿Tienes miedo Tina? -dijo Eloisa.
-¿Miedo yo? No, ni hablar...grité para que os asustarais vosotros.

Y es que, aunque Tina no lo admitiese Halloween y las historias de terror le daban mucho, mucho miedo.