miércoles, 28 de diciembre de 2011

Teo y y la Navidad


Teo cogió un folio de un montón que había en la mesa, eran los papeles de mamá. Lo miró por los dos lados y al ver que no tenía nada escrito, se lo llevó a la mesa pequeña del salón. Cogió un lápiz y escribió al principio del folio: "Querido Papá Noel". Como Teo es tan pequeño no sabe escribir muchas cosas, así que se le ocurrió hacer la carta para el hombre de rojo dibujando los regalos que quería.
Una pelota de fútbol, un muñeco, una trompeta más bonita y un camión de bomberos.
Puso su nombre y la dobló con cuidado. Después la puso junto al árbol.

A la mañana siguiente la carta de Teo había desaparecido y el niño sonrió al pensar que Papá Noel se la habría llevado. Estuvo todo el día muy contento, portándose muy bien, y esa noche, que era Nochebuena, cenó con sus padres en casa de los abuelos, con los tíos y los primos. Cuando ya era muy tarde, Teo se puso pesado, pidiéndole a sus padres que quería irse a casa. Insistió tanto, que sus padres le hicieron caso. Teo solo quería irse porque quería dormirse pronto para que Papá Noel le llevase los regalos.

Esa noche, Teo soñó con Papá Noel y con duendecillos vestidos de verde, y con una señora vestida de rojo que llevaba gafas y preparaba galletas.
El día 25, cuando Teo se despertó y bajó al salón, los regalos lo esperaban. Los abrió con prisa y sonrió al ver que Papá Noel si que había leído su carta.

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